¡buenos días, bonita!
vengo a recordarte que seas feliz, que sonrías y que no te rindas, porque si nunca dejas de intentarlo, podrás conseguirlo.
vengo a recordarte, también, que si estás triste no tengas miedo de llorar, todos necesitamos un hombro en el cual llorar, y si tú no lo tienes, puedes contar conmigo. ¡ánimo! las cosas se pondrán mejor.
también te re cuerdo que si en cualquier momento me necesitas, aquí estaré para tí.
— con amor, lu.