Senti el miedo de perderte calar mi cuerpo, haciendo que mi estómago se revolviera con nauseas y que mi sistema nervioso colapsara.
Pensaba que si me dejabas, si te perdía, perderia también una parte de mi, que mi corazón se iba a desangrar hasta marchitarse.
Sentía que los celos podrían acabarse en cualquier momento todo mi amor propio, hasta que la verdad me golpeo el rostro y tuve esa revelación.
Si me dejaras, si acabarás tu lealtad y amor por mi, yo no perdería nada, porque de perder pierdes más tu que yo, perderías a una mujer increíble, que lucha por sus sueños, una mujer que sabe a donde la lleva el viento, a una mujer que te ama, y en cambio yo solo perdería a alguien que, en dado caso, nunca me amo.
Yo no perdería, porque ninguna que podría llamar tu atención a logrado lo que yo con todo mi esfuerzo.
Yo no perdería, porque me he amado incluso en las peores circunstancias y me he escogido por encima de cualquiera que quiera pisotear mi orgullo.
Así que si te vas y me dejas, yo te perdería, pero también me perderías tu a mi.