Deberías cumplir 22 hoy. Estoy usando tu vieja camisa, la que creo que dormiste casi siempre. Ojalá todavía oliera como tú. Espero que aún contenga tu ADN, algún pedazo de ti. Cierro mis ojos cuando imagino el mismo lugar que cubrió tus huesos y el corazón ahora cubre los míos. Estoy sentada en mi coche caliente en el valle mientras escribo esto, el olor del hormigón de los ángeles y el tráfico en el sol a mi alrededor. Todo se siente íntimamente normal, en momentos como estos, incluso mundano, tengo 17 de nuevo y tú tienes 14 y nos acabamos de conocer. Pasaremos unos a otros en nuestro camino a nuestros respectivos sets en la mañana, cada mañana, y compartiremos un brillo travieso sobre todo lo que nos espera. Todavía tengo años para amarte más de lo que lo haría entonces, todavía tenemos años. Te amaré así para siempre, atrapado en el tiempo, siempre en la parte de atrás de la camioneta contigo. Todavía me haces reír como nadie más. Nunca he estado tan segura de que todavía puedo sentir el calor de tu mejilla en la mía, en mis labios riendo mientras me caigo sobre ti, casual y torpe martes por la mañana, eres mi familia, somos niños como esto nunca entenderé y nunca entenderé. Mi cabeza duele la mayoría de los días, así que intento poner la carga de darle sentido. Pero sostengo tu cuerpo en el mío para siempre, donde quiera que vaya, te sostengo, te llevo con amor, voluntariamente. Tengo de esto. Todos somos mejores para ello.
—Dove Cameron.