Los llantos del bebé se empezaban a intensificar con fuerza, seguramente tenía hambre o necesitaba un cambio de pañal o lo que sea, el Omega simplemente intenta ignorar más lo que pudiera al pequeño. Se encontraba en su cuarto, escondido debajo de las suaves sábanas de la cama king size que compartía con su Alfa, que en ese momento no se encontraba en el hogar, si o si le tocó trabajar ese día pues ya había faltado demasiado desde el nacimiento de su hijo Hein, Dominic se ha encargado casi exclusivamente a él que se había empezado a descuidar a si mismo solo por el cuidar de él, bueno de ellos.
Pero ahora, estaba solo con el bebé, pero él, la "madre" no quería hacerse cargo del más pequeñito del hogar. La tan sola idea de tener que estar con él lo aterraba, como si el bebé pudiera hacerle algo, sus manos y piernas temblaban y su mente se nublaba. No sabía porque pasaba, desde que había nacido su niño lo había… Rechazado, pero no entendía porque, era su hijo, era la muestra de amor que siempre quiso tener con su Alfa y simplemente su cuerpo, mente todo lo había rechazado como un maldito.
─ ⋅ ⋅ ⋅ ─ HACE 2 MESES ─ ⋅ ⋅ ⋅ ──
El parto había sido difícil para el Omega, aunque se le veía sentado y “bien” en la camilla, en realidad le dolía todo el cuerpo como si un auto le hubiera pasado por encima, pero todo eso le daba igual, su cachorro por fin había nacido y según lo que dijo una enfermera a su Alfa que era el niño más sano que había nacido ese día, estaba contento, ya estaba desearlo verlo al igual que su esposo que se encontraba a su lado mimándolo porque según él “hizo un gran trabajo”.
Y cuando más ansiosos estaban por ver al bebé, una enfermera entro con una sonrisa dulce mientras en sus brazos llevaba al pequeño arropado en las sabanas que sus padres escogieron con tanto amor. El pequeñito parecía que estaba dormido o solo se movía muy poquito, al fin y acabo, era un bebé.
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