Cuerpo, un mapa de lamentos,
un nudo de silencios.
Llega la fisioterapia, escultura del dolor.
Con manos que son faros, despierta
cada tendón.
Pero el alma, un río oculto, que en sus
aguas guarda el porqué.
Una tormenta, que la carne no olvida, el éstres
Allega el maravilloso enfoque holístico, y con él,
la paz del ser.
El músculo se relaja, el espíritu florece.
El cuerpo se sana y la mente lo agradece.
"EL NUDO DESATADO DEL TEMPLO ROTO :