Nací en una época de oscuridad y muerte, cuando los demonios sembraban el terror en cada rincón de Japón. Mi hermana mayor, Kanae, y yo nos convertimos en cazadoras de demonios para proteger a los inocentes y vengar a nuestras familias caídas.

Recuerdo el día que me uní al Cuerpo de Cazadores de Demonios como si fuera ayer. La determinación en mis ojos y la sed de justicia en mi corazón me impulsaban a seguir adelante. Me especialicé en el uso de venenos y estrategias para derrotar a nuestros enemigos.

Mi encuentro con Kanao Tsuyuri, mi actual compañera de equipo, fue un punto de inflexión en mi vida. Su inocencia y determinación me recordaron la importancia de la compasión en un mundo lleno de violencia.

Mi relación con Rengoku Kyojuro fue... complicada. Un pilar de la llama que ardía con pasión y justicia. Aunque nuestra conexión fue intensa, la muerte me lo arrebató, dejándome con un vacío que aún intento llenar.

Mi obsesión con Akaza, el demonio que mató a Rengoku, es una historia aparte. Un odio que arde en mi interior, una sed de venganza que me impulsa a seguir adelante.

Mi vida ha sido un camino de sangre y dolor, pero también de amistad y determinación. Seguiré luchando por lo que creo, por lo que es justo, y por aquellos que amo. La muerte no me detendrá, porque soy Shinobu Kocho, la cazadora de demonios con un corazón de hielo y un alma de fuego.