Divido en dos mensajes, porque quiero desahogarme.
Tiene todo el sentido del mundo que Deku se haya enamorado de su carrera. Entiendo que como espectadores aveces no dimensionamos todo lo que puede vivir el personaje que queda fuera del salto de tiempo. Deku ya no tiene 16 y sus sueños pueden cambiar, te puedes sentir cómodo en lo que pensaste que era temporal.
Pero Dios, no deja de ser triste pensar en la perspectiva de de Katsuki. Katsuki que es tan duro consigo mismo, que se atormenta con facilidad y es particularmente malo para soltar. Trabajó ocho años por el sueño de la secundaria, posiblemente inocentemente olvidando (como nosotros), o queriendo olvidar, que la vida de su amigo no está pausada sino que simplemente transitó por un camino distinto.
Se suponía que a cualquier lugar que fuese Katsuki siempre se encontraría para bien o para mal con Deku. Siendo este la gran constante en su vida. Una promesa que incluso parece más un hecho a estas alturas. Pero de pronto ya no están en ese vaivén y Deku le dice que ya no están atados a ese círculo.
Es catártico, pero también triste el camino que tiene que transitar Bakugo, viendo como se aferró de manera tan ferviente a ese vínculo. Porque tal como lo dice su línea, Bakugo es experto en dar ese "trato especial", devoto hasta el agotamiento y tal vez estoy leyendo demasiado para unos cuantos paneles.
Creo que aunque agridulce, fue un cierre preciso.