amor, deberías de ir a dormir si estás
cansada, ¿si? podemos seguir con todo
esto mañana también, ¿te parece bien, cielo?
porque eres igual de preciosa que un
girasol. eres mi girasol. fue el primer apodo
que te puse, ¿recuerdas?
venga, cuéntame todo lo que quieras.
—tomó su mentón y dió vuelta su rostro
para comenzar a llenar de muchos besos.—