Hay días que amaneces con fuerza, te sientes firme como roca, que nada te puede derrumbar como hay otros en los que eres frágil como una hoja que recién cae de el árbol sin importar cuanto se aferre, cae de manera lenta, delicada pero siempre termina en el suelo y sin importar que ten fuerte sea la ráfaga de viento que la eleve siempre su fin es el mismo, el suelo.
¿Cómo están hoy?