Que mala suerte la mía he conocido a más de cincuenta hombres a lo largo de mi vida.
Y sigo esperanzada al amor de mis días.
Que tontería, debí cambiar a cada uno de ellos por una botella de ron y tequila.
No hay amores por siempre, solo amores que queman un poco más fuerte.
Y cincuenta hombres aún no han Sido suficientes para que me rinda esperando a conocerte.