-¡NO ESTOY SOLO!-
-SI SI LO ESTAS, esos amigos que tienes... - me detuve - sólo Edward tienes que entender que no puedes confiar ni en tu sombra porque, hasta tu sombra te abandona cuando la oscuridad se asoma, no puedes confiar en nadie - se giro iracundo.
-¿Y en ti si? - eso fue un golpe bajo.