tff_shx
El hombre rubio se encontraba caminando con rapidez a la zona del castillo donde se suponía que karel debía estar haciendo guardia, al estar llegando notó que el alfa no se encontraba allí, haciendo que frunciera el ceño mientras se quejaba en voz baja, detestaba que no respetarán sus indicaciones como se debía. al voltear notó como el contrario venía llegando, su cabello se veía despeinado y su respiración estaba agitada, posiblemente por haber corrido hacía allá, aquello hizo que tristán sintiera cierta atracción por el estado del menor pero ignoró aquel sentimiento extraño. ── ¿dónde estabas? ── cruzó sus brazos, esperando una explicación.
lostknightz
[@tff_shx] Parpadeó un par de veces, sintiendo su corazón latir con fuerza, su rostro enrojecerse y llevó sus dedos a jugar con su cabello aún despeinado. ─── Ah, si usted cree prudente en su habitación... ¿Justo ahora mi señor? Negó apuradamente con pena, pero asintiendo después de unos segundos, rendido a sus preguntas. ─── Me da vergüenza... Que me vea diferente a lo que debería... Ah, pero... Nosotros ya cruzamos esa línea... Empezando porque ya tragué su miembro hasta que usted consideró correcto. Terminó admitiendo conforme miró a otro lado, ahora avergonzado de su propio pecho, nunca había pensado que fueran eróticos, hasta ahora que le gustó el sentirse pellizcado.
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tff_shx
Rápidamente notó que el contrario evitaba su mirada y se encontraba avergonzado, era un poco divertido verlo así, se veía muy diferente a lo que estaba acostumbrado, le recordaba un poco a los omegas. ── Tal vez podríamos continuar, en mi habitación sé que tendremos más privacidad... ── Acomodó su cabello despeinado, para luego colocarse a su lado observandolo de reojo, se sentía algo desesperado para que llegará pronto la noche. ── ¿No quieres que te observe? Te mantienes apartado de mi vista. ──
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lostknightz
[@tff_shx ] Asintió levemente ante su pregunta, había algo en el mayor que lo tenía como un Omega, no precisamente, pero algo en su interior pedía a gritos. Jadeó desesperado, procediendo a acomodarse la ropa con rapidez antes de que alguien llegara y empezaran a pensar cosas. ─── Aún, podemos... Continuar... Mordió sus labios, controlando su respiración y su corazón, aclarando su garganta. ─── Solo si usted quiere... Podemos... En la noche... Ah, aunque conmigo ya es compartir habitación. Cubrió sus oidos completamente rojos, evitando la mirada del otro, no quería que lo viera de otra manera más allá de la serena o en combate o entrenamiento, pero dios santo lo tuvo en la palma de su mano, moviendose contra su boca con tanta violencia que estaba seguro que sería intrigante en la cama.
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