Normalmente suelo preguntarme ¿quien soy?, Pero al responder, siempre pienso en lo que hago. Pero cuando repito una y otra vez mi mediocre respuesta; cada vez me convenzo mas de que no soy lo que hago. Soy algo mas que eso, tengo una esencia, un Padre que me da identidad. No creo poder definirme a mi misma, porque todavía no se como hacerlo... El pensar en que soy peligrosa para el enemigo, me hace sentir diferente. El pensar en que desde antes de la fundación del mundo Dios había planeado mi vida perfectamente, me enorgullece. Se todo esto de mi, pero me asusta al saber que nada de esto me define. Las circunstancias, las adversidades, los proyectos de vida... No me dejan pensar en profundidad el tema. Pero cuando tengo tiempo, siempre llego a la conclusión, a la única verdad y lo único que se de mi y que si me define con seguridad quien soy, es que soy hija de Dios. Y que el me dijo que me amaba. Son verdades que las llevo escritas en la tabla de mi corazón, atadas a mi cuello. Y grabadas en mi mente. Es lo único que me ayuda en los días de tempestad, el saber que soy hija, y soy amada. Esa es mi identidad. Eso es quien soy. Y soy Feliz al poder decirle "Papito te necesito"; y el va a estar allí, al socorro urgente. El es bueno y quiere ser el padre de todos, y no tiene preferencia de religión, ni de persona, solo quiere nuestro corazón. A veces sufrimos , pero porque para Dios es necesario forjar nuestro carácter, y que conozcamos nuestros propios limites, a través de sus silencios cuando no nos contesta, y el desierto de su presencia cuando no lo sentimos, porque el quiere hijos guerreros y fuertes, no débiles, no dependientes. Para que en días difíciles no te derrumbes.  Y hoy mas que nunca tengo la certeza de que esta buscando regalar una identidad nueva a quien no tiene padre, no hay que hacer nada, porque Dios es grande en misericordia, y no quiere obras sino un corazón. Eso se llama GRACIA, es decir, un regalo inmerecido