Está lloviendo acá en mi pueblito. Me encanta el petricor. O sea, el aroma de la tierra mojada. Me recuerda a la caza... perdón por el lapsus; me recuerda a mi niñez, cuando salía a remojarme con otros chiquillos vecinos míos.
¿A quién más le gustaba lo mismo?
¿Todos bien?
Yo sí. Aún soy un esclavo corporativo del sector 7-G. Pero puedo darme una escapada por aquí, a ver cómo andan. Si estas vivo, levanta la mano.
El primero en levantarla se llevará una dedicatoria en el próximo capítulo de Proyecto Regina... sí, esa cosa sigue viva aunque no lo crean.
Perdón por desaparecer tanto. Pero he tenido trabajo —gracias a Olam— hasta para regalar. Es lo malo de ser un esclavo corporativo del sector 7-G. Aun así, reitero mi promesa de no desaparecer de WP... aunque probablemente muy pronto apareceré en otras plataformas.
Permanezcan sintonizados por favor, tendré más noticias.
Hemos vuelto... con un capítulo más de Proyecto Regina.
Denle un poco de cariño a esta obra, la escribo despacio pero con mucha dedicación para quien guste leerla.