Hay historia que te hacen reflexiónar, soñar, imaginar, donde hay sentimientos como tristeza, resignación, amor, cariño, dolor y más. No solo es escribir por qué te gusta o matar el tiempo, es plasmar en ellos sentimientos reales. Que el lector sienta y vibre con cada renglón que llore de felicidad, tristeza o enojo o incluso se enoje y pare de leer del mismo coraje.
Amo las historia que son más que historias.
Hay muchas obras pero no todas tienen estas cualidades de hacerte vibrar y soñar.