Deimos se enamoró de Sirios, creyó que solo era una atracción física, pues su naturaleza de luz lo convierte en la estrella más brillante del cielo, ella, era tan solo la pequeña luna del planeta rojo, que recibía luz del Sol. Deimos escondió lo que sentía durante años, hasta que no aguantó más y una noche corrió al terminador de la tierra para contarle a Sol que amaba a una estrella, pues, después de tantos años ya estaba segura, y aunque nunca podría responder la pregunta de Sol, en su interior estaba la respuesta de, por qué amaba tanto a Sirios. Claramente , Sol ya lo conocía, y se puede decir que es uno de los astros en el que más confía Sirios. Deimos entusiasmada, le suplicó a Saturno que le regalara uno de sus anillos, pues al tener siete, no le haría daño. Deimos, en el anillo de polvo de estrellas y luna desintegrada que le regaló Saturno, talló una estrella y una luna, sería la forma más atrevida para ella, de decirle a Sirios lo que sentía. Pero mientras más se detenía observarlo, más confundida se sentía, pues esta es la parte que Deimos quiere confesar. Sirios ama Sol. El anillo de Deimos calló a la tierra, y la gravedad no interfirió en esto. Y esta es la verdadera razón por la que Deimos se decidió alejar, así decidió volver a su planeta, vacío y lleno de soledad.

¿Te preguntas como terminó la historia? Pues supongo que el Sol no aceptó a la estrella y tres corazones quedaron ahogados en pena.