Hola, vengo a compartir algunas palabras sobre “Recuperarte”.
Sé que la historia ha crecido bastante en extensión, y que eso puede gustarle a algunos y resultar agotador para otros. Lo entiendo.
Quiero explicar por qué he optado por darle tanto peso emocional: no solo es una elección artística, sino también una forma de explorar la complejidad emocional de los personajes y del amor adolescente.
Lucy y Schroeder son personajes difíciles de moldear sin traicionar su esencia. Son cerrados, tercos y emocionales. Y retratar sus errores, contradicciones y silencios es parte fundamental de lo que quiero contar.
He leído comentarios sobre la ‘falta de amor propio’ de Lucy o el propio deseo de que Schroeder sufra más. No busco justificar las decisiones que ambos toman en la historia, pero sí invito a considerar que los adolescentes, como cualquiera, comenten errores, se confunden, hieren y también aprenden.
No pretendo que sus acciones sean ejemplares, sino humanas. Creo en los procesos. Creo en la redención. Y creo que a veces, para sanar, hay que atravesar el caos primero.
Les pido que me acompañen con paciencia hacia la culminación de la historia. Y si deciden seguir compartiendo sus críticas, lo agradezco sinceramente. Todo lo que han dicho me ha hecho reflexionar.
Gracias por el apoyo constante. Saber que siguen pendientes del proyecto me reconforta muchísimo.
Saludos.