Pequeño fragmento del Capítulo 5 de El Maestro Pokémon (sí, ese que lleva meses en el tintero sin publicarse):
Volviendo a Serena, el asunto con ella fue el momento de su despedida. Ash sabía que podía esperar diferentes reacciones de cada uno de sus amigos, pero, lo que hizo Serena aquel día en el aeropuerto fue muy inesperado, incluso dentro de lo inesperable.
La despedida iba tal y como él se lo esperaba, con ambos dedicándose palabras de aliento y prometiendo ser mejores en todo lo que se propongan. Después, ella bajó por las escaleras eléctricas, y Ash pensó que esa sería la última vez que la vería dentro de un largo rato. Pero, entonces, ella pareció recordar algo, y comenzó a subir de regreso hacia él.
Antes de que Ash se diera cuenta de lo que estaba pasando, Serena le había dado un corto beso en los labios, antes de que las propias escaleras eléctricas los separaran.
Si bien Ash podía ser un poco tonto la mayor parte del tiempo —y eso, porque decir "un poco" es ser generosos—, no lo era tanto como para no saber lo que un beso significaba. Aún así, le costaba asimilar lo que ahora era un hecho casi irrefutable. ¿Serena estaba enamorada de él? Todo parecía indicar que así era.
Poco después de eso, durante su vuelo de regreso a Kanto, comenzó a pensar en cómo es que ella actuaba con él en casi todo momento. Ella siempre era atenta y comprensiva, le gustaba darle regalos y detalles cada cierto tiempo, lo atendía cuando se enfermaba, y todo eso sin siquiera pedir un agradecimiento —claro que él siempre agradecía sin que se lo pidiera, pero eso es tema aparte—. Ash creía que ella era, simplemente, demasiado amigable.
No fue hasta que consideró todos esos pequeños momentos que llegó a la misma conclusión que Serena le dejó al besarlo.
Ella estaba enamorada de él.
—Me lleva... ¿Cómo no me di cuenta antes? —se quejó Ash en el avión, después de un par de horas de reflexión.