⠀ ⠀ ⎯⎯⎯oh... apuesto que no, porque de hecho... no poseo arma alguna, hm, bueno.. no a la que dé uso de arma al menos / sus dedos repiquetean entre ellos, produciendo un sonido metálico y agudo; tras su espalda unidos. ⠀ ⠀ há, ya veo, ya veo... definitivamente todo puede ser útil si tienes imaginación, o ¿algo así? / inclina a un costado su cabeza, tratando de ser amable, vuelve a regalarle una de sus famosas muecas que simulaban ser sonrisa. ¿La chica estaba.. bromeando? ¿o estaba siendo seria? la realidad era que ante la ausencia de su capacidad social, las situaciones que requerían empatizar o entender el humor de otros, le resultaba molestamente complicado. Bueno, fuera como fuese, él odiaba el invierno, y las bufandas... y muchos más una bufanda de cuerdas que parecería más una soga atada al cuello que una prenda, pero no lo diría en alto, en caso de que sí fuese una broma y quedáse como un estúpido. // De vuelta a sus ocupaciones de investigador con ansiedad repentina por no saber como solucionar un problema, plantó tal intento de arma sobre su mesa y con sus dedos índice y pulgar frotó allá donde las pequeñas cuerdas se habían desgastado al punto de romperse; una mueca de labios fruncidos y ceñudo plasmó, concentrado; una vez más se incorporó y pasó sus manos a sus espaldas solo para volver a producir ese repiqueteo metálico. ⠀ ⠀ hm, el arte no es lo mío; sino lo práctico y seguro. Pero creo... que puedo arreglar esto. Incluso mejorarlo. Pero para eso necesito que... /carraspea, con sus ojos señalándola a ella y la puerta. La verdad es que aquella chica le ponía nervioso, le hacía sentir como atrapado. Tenía una mirada atenta, curiosa, del tipo que no se deja nada por rebuscar. Sentia de repente que todo estaba mal colocado, desordenado, y él sucio y desarreglado. Ante ese mismo pensamiento, se trató de peinar disimuladamente.