el muchacho de cabellos completamente negros cual carbón y orbes negruzcos cómo el más indemne roble de un interminable área verde, se encontraba mirando a la nada nuevamente en aquella casa. estaba zambullido en sus lagunas mentales, nadando en las masas oceánicas aferrándose a la superficie de su recurrente pero gastado barco con la misma vehemencia de una madre tratando de defender a su recién nacido de un potencial peligro. Era un ambiente muy agradable ya que estaba en compañía de aquel que amaba. estaba sumido en una espesa nube de pensamientos como si de la más densa tormenta se tratara, teniendo efímeras y raudas reflexiones. la voz de su amado penetró en su oído y suspendió aquel momento de infravalorado silencio, dirigiendo su mirada hacia él y sonriendo al escuchar sus palabras. · ♡ㅤ── ¿me permites...? la verdad aceptaría, pero no sé. / menciona con sinceridad, antes de suspirar. · ♡ㅤ── creo que a tu hermana no le caigo muy bien. la última vez me amenazó y desde ahí creo que empezó a tener un pensamiento negativo sobre mí.. / desvía su mirada insegura a otro lado, apoyando su cara en su puño cerrado con cierta vibra triste. quizá la había cagado con lo que le había dicho a Sarah y muy probablemente ahora su cuñada lo odiaba... o al menos eso pensaba él.