Hacia muchísimo que no volvía aquí. En estos años ha pasado de todo y me resulta hasta extraño leer cómo me sentía entonces, y todo lo que ha venido después. Nunca he dejado de escribir pero si es cierto que me daba cosa publicarlo, ya que siento como que todo lo que he escrito últimamente es muy parecido y tiene un aire demasiado triste para mi gusto, y eso que yo soy bastante melancólica de por sí.
Espero que volver a compartir un poco me dé el impulso y me anime a seguir publicando.
Este último capítulo, es un mini desahogo de una noche de muchas lágrimas y de sentir que había arruinado todo lo que quería de verdad, todos mis planes de futuro con esa persona, y como sentí que lo que mi decisión había provocado cerrar una puerta para siempre, sin ser consciente de ello en su momento.
Espero que os guste.