La miré a los ojos, y con voz gruesa le pregunté.. "¿Te parecen bien.. 24 centímetros..?" A lo que me respondió.. "¿Por qué no solo la metes y ya?" Y simplemente hice caso, empujando mi miembro palpitante en su cálido interior, sintiendo como sus paredes instantáneamente se apretaban alrededor de mi masculinidad..