No puedo creer que en Cruel Destino, Coral deba sufrir el resto de sus días a manos de Arturo, como típica niña esposa en el Subcontinente Indio o en países islámicos, y no es menos horrible porque la chica ya sea adulta al tener veintiún años. Seguramente si voy yo mismo allá donde están recrimino a ese poco hombre por hacerle eso a esa pobre chica, él me gritará "¡Yo no quise tomarla como mi esposa para torturarla! ¡Cualquier tormento infringido es completamente accidental, como cualquier crimen de guerra!". Y el colmo sería que, cuando ambos empiecen a fabricar bebés, el abuelo se ponga a cantar Daisy Bell para fastidiarlos a ambos. Ya sabes:
Daisy, Daisy
Cuéntame por favor
Me enloqueces
Muero por ti de amor
Casados sin elegancia
Pues no soy de abundancia
Pero qué linda se te ve
En nuestra bici para dos
Sí podría pasar algo como eso, ¿verdad o soy demasiado optimista?