Y mientras tanto...
Quiéreme en silencio,
insoportable,
en llamas.
Quiéreme cerca de ti
cuando esté lejos,
préndele fuego al asfalto
y córrete pensando en mí.
Quiéreme con música,
a solas,
a madrugadas.
Sobre todo, en lo último,
que es donde más me duele la vida.
Quiéreme entero,
y no por partes:
abrazando cada imperfección,
cada nudillo en la garganta,
cada "no sé qué siento"
porque quizás lo esté sintiendo todo
y no sé si es por ti.
Quiéreme cuando no me quiera,
cuando no quiera saber de mí,
cuando quiera olvidarme de todos
-hasta de ti-.
Quiéreme en presente, pasado y futuro,
y no me olvides en ninguno.
Quiéreme cuando calle
porque estoy pensando en ti
y en todas las cosas que te haría
ahora y nunca,
ahora y siempre,
ahora y para siempre.
Quiéreme cuando huela a azufre,
porque de seguro estaré saliendo del infierno,
del infierno de tus labios.
Quiéreme a la orilla del mar,
al borde la ciudad,
frente al precipicio
que me obliga a lanzarme
muchas veces al día
a ese agujero donde tanto odio estar.
Quiéreme,
no a medias tintas,
no a medios días,
no a medios ratos,
quiéreme siempre.
Quiéreme cuando pierda el norte
y esté más muerto que los sueños
de un pesimista.
Quiéreme, joder.
Quiéreme de una vez por todas,
o de una vez.
Quiéreme a plena luz del día,
ante las mil lunas llenas de noviembre,
ante el frío de diciembre.
Abrázame,
arrúllame en brazos
y hazme tu canción de cuna favorita.
Quiéreme cuando te odie,
cuando deteste tu existencia
y maldiga el día en que te conocí.
Quiéreme en todas las personas que he sido
y en la que me he convertido.
Quiéreme roto
y en mil pedazos te querré yo.
- JoinedOctober 7, 2015
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