Si el KakaYama piensa, estoy de acuerdo. 
Si el KakaYama aparece, yo admiro. 
Si el KakaYama habla, yo escucho. 
Si el KakaYama ordena, yo obedezco. 
Si el KakaYama falla, yo lo apoyo. 
Si el KakaYama aprecia, yo lo aprecio más. 
Si el KakaYama grita, yo grito por ellos. 
Si el KakaYama tiene cien haters, me deshago de ellos. 
Si el KakaYama tiene un hater, lo defiendo. 
Si el KakaYama tiene un hater mamador, yo seré la razón. 
Si el KakaYama tiene cien haters mamadores, también seré la razón.
Si el KakaYama tiene cien fans, yo los arrastre hasta ello. 
Si el KakaYama tiene un fan, yo soy ese fan.
Si el KakaYama se pelea, lloro para que se reconcilien. 
Si el KakaYama llora, lloro también con ellos ¿pq no?
Si el KakaYama ríe, yo también río con ellos. 
Si el KakaYama ama, yo los amo más. 
Si el KakaYama es parte de una ilusión, me encanta tener esquizofrenia.
Si el KakaYama no existe, yo no existo. 

Mi mami me dio la vida, pero el KakaYama me dio las ganas de vivirla.