marseille a sus órdenes, caballero. para refrescar improvisadamente su memoria, he renacido de entre los muertos para retomar nuestro lazo de eterno compañerismo.
¿no te gusta el sabor dulce? en ese caso, dudo que te guste acompañar el café con mis labios entonces, podrían ser empalagosos para ti, aunque bueno, eso no lo sabremos hasta que lo pruebes.