En esta tarde radiante, me siento más que gratificado ante la generosidad de tus palabras, pues llevaba tiempo sin hacer uso de mis habilidades con las gentes de este espacio digital. Por ende, me encuentro en un estado de deleite inefable. Permíteme presentarme: soy Ásgeir, un ferviente seguidor de tu belleza y la dulce melodía que emanan de tus letras. En el mismo orden de ideas, siento un profundo deseo de conocer aquel nombre que escondes entre las virtudes de tu persona, que sin duda alguna debe ser tan hermoso como el rostro que le da vida y razón de ser.
