Mano, que ganas de dejar de escribir, pero a la vez siento que sería la peor decisión que haya tomado en mi vida. Siento que me estanco y no avanzo, y no solamente en las escritura: en todo yo, en lo que me rodea y en lo que soy.
No es fácil dejar una etapa, y que junto a ella se vayan muchos momentos que vivistes y que te marcaron. Pero aunque no elegimos en muchas ocasiones cuando hay que dejar ir, se acepta. Y se acepta a uno mismo.
A mi me toca aceptarme y aprender de lo que no hice bien, de lo que viví y de quien soy. Quiero poder acpetarme, quiero poder ser yo, y para serlo estoy dejandome soltar esa coraza, estoy dejandome caer, para luego escalar y admirar una vez más aquel satélite que contemplo cada noche.
Es triste, porque siento que me pierdo... ¿pero para reencontrarse no hay que primero perderse en la oscuridad?. Siento que me hundo como hace un tiempo, y me cunde la pregunta: ¿de verdad no había pasado eso o nunca lo había superado?.
Busco con quien estar, pero no hayo con quien hablar. Trato de que alguien me quiera como he visto a los demás, pero lo que busco es pura fachada de que me he perdido otra vez, de que perdido a alguien y de que dejado perder a quien quería.
Es doloroso perder a un amigo, es doloroso que hayas notado que con o sin él aún te faltaba sanar. Es doloroso entender que quien tuvo la culpa fui yo, quien por no saberme abrazar a mi, te dejé de abrazar a ti.