Aún no te tengo, pero me imagino tus ojos mirándome con ansias de descubrirlo todo.
Aún no te tengo, pero me imagino tú risa, alejando mis cansancios y llenando los silencios de el sonido más lindo que jamás podrá escuchar mis oídos, ni siquiera en la sinfonía de una orquesta.
Aún no te tengo pero me imagino tú mano aferrándose a la mía para caminar cientos de caminos.
Tú mano que en algún momento soltara la mia, para seguir otros caminos, en donde yo sólo podré mirarte de lejos y rezar para que los tropiezos sen pocos, para que las piedras sean chicas y para que si te caes las heridas sean leves, para que puedas seguir adelante, en un futuro en donde llegará un momento en el que ya no podré acompañarte ni siquiera desde atrás, a lo lejos.
Aún no te tengo, pero no te imaginas como sueño con el latido de tú corazón.