Estoy devastada. Estoy destrozada, y siento que es un mal sueño, una pesadilla. Me siento ante todo impotente, enfadada con tremenda empresa de mierda que no hace nada por sus miembros chinos. Mi precioso Lucas, ayer lloré lo que no había podido llorar en meses, y te juro que siento que me mandas fuerzas, hoy todo me va de película, pero aún así se que no quieres que piense demasiado en ello. Mi cuerpo ayer pedía clemencia, demasiado entumecido, demasiado cansado de soportar mis lamentos.
Si hay algo allí arriba pido que te cuide, que te proteja. Mi tesoro, tu y yo escuchando música... ¿Pido demasiado? Te quiero tanto...
Voy a seguir velando y apoyándote. No te voy a dejar atrás, jamás. Sé que tu eres un alma preciosa.