moon__han

Él, próximamente.
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          	ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤAlfa ¿? 
          	
          	Ellos. ♡
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          	ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤContra el mundo. 

sun__kiyoharu

Hace ya un tiempo que había conocido al peculiar chico en aquél parque, mismo que se había convertido en su ‹ zona de reuniones › dado que todos los días se juntaban allí a jugar. Ahora no era distinto, después de volver de la escuela se cambió rápidamente el uniforme, sin molestarse en acomodar la sucia ropa que vestía. Buscó en los cajones de su mesita de noche algo importante, moviendo objeto tras objeto hasta dar con unos pequeños billetes de no gran cantidad, pero lo suficiente como para comprar algún bocadillo para comer.
          
          Una sonrisita tiró de sus labios al pensar en comprar algo para ambos, tal vez un helado o alguna bolsa de papitas fritas. Sin perder más el tiempo salió corriendo del orfanato, despidiéndose de la cuidadora antes de dirigirse hacia el parque; buscando con la mirada al jovencito. Parpadeó ligeramente y realentizó sus pasos cuando no divisó el cabello gris de su compañero de jugo, una expresión de confusión y tristeza se formó en su rostro.
          
          ────  ¿Será que no quiere jugar hoy y por éso no vino?  tal vez está cansado.  ──── Murmuró débilmente para sí mismo, agachando la cabeza y apretando el dinero en su pequeña palma, guardándola dentro de su bolsillo con un pequeño ceño fruncido. Sin embargo, giró su rostro al oír una voz llamarle, su rostro se suavizó y sus ojos brillaron una vez más ante la presencia del niño.
          
          ────  ¡Han!  ¡pensé que no vendrías!  ──── Con voz alegre responde al llamado,  corriendo hacia él con una amplia sonrisa en sus belfos.

sun__kiyoharu

⎯⎯⎯⎯⠀¿Te parece bien tener ésa? si no te gusta puedo cambiarla por la mía, es que este color es mi favorito. ⎯⎯⎯⎯⠀Murmuró con algo de vergüenza en baja voz, pues desde que conoció al chico su ser se apoderó de él y muchas cosas que le recordaban a él se volvieron sus favoritas de un día para otro. ⎯⎯⎯⎯⠀Está bien, Han, cualquier cosa que me traigas me gustará, no te esfuerces demasiado. ⎯⎯⎯⎯⠀Admite con dulzura, abriendo sus ocelos con sorpresa cuando siente el suave tacto del peli-gris al colocar aquél mechón tras su oreja, su pálida piel comenzó a tornarse de un hermoso carmesí, la temperatura de sus pómulos subiendo rápidamente como jamás en su vida lo había hecho.
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sun__kiyoharu

Bajo el tacto de sus dedos, sintió como las mejillas del mayor se calentaban con intensidad, el rubor carmesí en su rostro provocaron que un destello en sus ocelos se hiciese presente una vez más al contemplar lo bello que se veía de ése modo. Se preguntaba si ésa era su misma expresión cada vez que Han hacía algo por él, por más pequeño que fuese el gesto. Sus pulgares acariciaron de arriba a abajo sus pómulos, brindándole consuelo y cariño como si tratase de resolver su malestar con su amor, esperando que de una u otra forma funcionase.
            
            Se sintió enormemente feliz al notar como el mayor se dejaba guiar por él hacia la vitrina, toda su tristeza se esfumó con aquélla simple pero encantadora mirada que siempre le brindaba, misma que hacía latir su corazón y que sus piernitas temblaran de emoción por alguna extraña razón que desconocía, no sabía si era normal del todo ya que nunca jamás le había ocurrido algo como aquello, pero si era Han... no le importaba en lo más mínimo.
            
            Con un débil ‹ ¡ujum! › responde al salir de sus pensamientos, buscando con la mirada la sección de las paletas para cumplir con la suave demanda del niño a su lado. Miró detenidamente las opciones que tenía, suspirando pues ninguna tenía lo que él quería, buscaba algo más... mágico, como algo que estuviese hecho sólo para ellos dos. Y así fue como sus ojitos dieron con unas paletas de peculiares colores que jamás había visto; sabía que ésas eran las elegidas.
            
            ⎯⎯⎯⎯⠀Compraré éstas, ésta será para ti y ésta será para mí, me recordaron a nuestros ojos, jamás las había visto y no sé que sabor serán... pero son las elegidas para nosotros. ⎯⎯⎯⎯⠀Tomó con cuidado ambas paletas, una de un tono azul claro como el de los ocelos de Han y otra de una tonalidad más oscura, como los grandes orbes marinos de Haru. Le entregó la última al mayor, quedándose él con la que le recordaba a la cautivadora mirada del más alto.
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sun__kiyoharu

Siguió dando vueltas por las vitrinas donde presentaban los diversos caramelos al público, tratando de adivinar cuál de esos azucarados postres querría su tan querido amigo. Su emoción se apagó de un momento a otro al oír el malestar del mayor, sus ojos se cerraron tan solo un poco con tristeza y una notable preocupación se reflejaba en sus azulejos. Con cuidado soltó su mano, llevando ambas palmas a los pómulos impropios para así acunar su rostro, jalándolo suavemente hacia abajo para que quedasen frente a frente.
            
            Su expresión gritaba preocupación al igual que tristeza, odiaba ver a su amigo de ese modo, le hacía sentir de una forma que no podía describir, como si su dolor fuese su dolor. Sólo quería hacerle feliz, ser él quién le hiciera reír por el resto de su vida y permanecer juntos por siempre y para siempre. Quizá no eran amigos hace mucho, pero la conexión que sentía con el chiquillo era única en el mundo.
            
            ⎯⎯⎯⎯⠀  Han... ¿estás bien? ¿te duele mucho? déjame comprarte un caramelo al menos, trabaje muy duro para conseguir este dinero y quiero gastarlo en nosotros.  ⎯⎯⎯⎯  Sus deditos acariciaron las mejillas del de hebras grisáceas, ladeando la cabeza mientras le veía directamente a sus ojos, hablándole con éllos y perdiéndose en su mirada.
            
            Dio un pequeño paso hacia atrás, tomando sus manos entre las suyas y entrelazando de nueva cuenta sus dedos; mostrándole una pequeña sonrisa antes de continuar.⎯⎯⎯⎯⠀¿Puedes hacerlo por mí? elige algo, por favor, lo que tú quieras, no importa si gasto todo el dinero en éso, si no tienes hambre puedes comerlo después.
            
            Dicho éso, sin soltar sus manos recorrió los dulces presentados junto al infante, mostrándole todo lo que ofrecían, esperando que esta vez si aceptase su regalo, ese regalo que tanto deseaba darle. No entendía por qué se sentía así, pero sentía que con él estaba bien, era algo que solo el mayor despertaba en su pequeño cuerpo.
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sun__kiyoharu

el pequeño infante de mechones rubios se divertía juntando piedras entre sus manos, recolectando una por una y colocándolas dentro de su palma.  sus piecitos se movían de allí por allá buscando, sus ocelos se posaban en aquellos grises círculos que para él era la mayor entretención del universo entero.  no fue hasta que escuchó un par de gritos provenir a la distancia,  cerca de los juegos donde divisó a tres niños.
          
          su curiosidad le llamó, parándose con las piedras entre sus manitas y corrió hacia la dirección a investigar qué ocurría, encontrándose con la escena de que esos dos jovenes estaban molestando al tercero.  parpadeó un par de veces, mirando a los infantes y bajó la mirada a las piedras que sostenía.  infló sus mejillas como un roedor, tomando una y lanzándola hacia el dúo.─── ¡ni-niños malos! 
          
          replicó molestó desde su ubicación, tomando una tras otra con las que sin dudarlo atacó.  se acercó más, pero torpemente tropezó, cayendo sobre sus rodillas; no llora, en cambio, se sienta en el suelo, tirando más de las piedras en busca de defender al molestado.

sun__kiyoharu

El sonido de la alarma provocó que diese un pequeño salto, le había agarrado por sorpresa y casi tropezó del sustito que le había pegado. Para mantener el equipo se sostuvo de los hombros del mayor, parpadeando ligeramente antes de alzar la cabeza para mirarle, esperando que no se encontrase molesto por el repentino toque de su parte. Se perdió en aquélla mirada que parecía verle con asombro, como si fuese una obra de arte a los ojos impropios. Tragó saliva, alejando sus manitas antes de jugar con éllas en un gesto nervioso, murmurando en voz baja con timidez una respuesta que se perdió en el aire; desviando la mirada.
            
            Por alguna extraña razón, se le dificultaba un poco socializar con aquél chico, sintiéndose un poco ansioso luego del ligero roce de sus manos hace un par de minutos, como si algo hubiese hecho ‹ click › dentro de su diminuto cuerpo. Tardó por lo que parecía una eternidad en volver a formular una palabra de sus belfos, señalándose a sí mismo con el dedo pulgar antes de volver a dirigir sus ojitos a la dirección del más alto.
            
            ⎯⎯⎯⎯ㅤYo..  mi nombre es Kiyoharu, Asahi Kiyoharu, ¿puedo saber yo el tuyo? por favor, aunque si no quieres está bien. ⎯⎯⎯⎯⠀Susurró lo último, todavía algo inseguro por recibir una contestación negativa de la parte impropia. Todavía no podía creer que el niño parecía interesado en él; le había regalado unas curitas y hasta le preguntó su nombre, sin duda estaba emocionado por ésa posible nueva amistad.
            
            No tenía demasiados amigos, dado que no solía sentirse conectado con la gente, pero quizás ésta podía ser la oportunidad para encajar de una vez por todas con otro niño de su edad. Esperó impaciente el nombre del infante, emocionado por saber cómo se llamaba su nuevo ‹ posible › amigo.
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sun__kiyoharu

────  Ten..  yo te doy ésta, la estaba guardando pero creo que tú la mereces.  Es nueva, no te preocupes.  ──── Aclaró por las dudas, no quería que su adverso pensara incorrectamente.
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sun__kiyoharu

Escuchó los pasos aproximarse pero se rehusó a levantar la cabeza, no podía mirarle a los ojos debido a la vergüenza que le generaba haber rechazado la generosa oferta que le brindó. La pregunta capturó su total atención, sin siquiera darle tiempo de responder, al voltearse el mayor ya se encontraba despegando aquélla bonita curita de su envoltorio. Permanece en silencio, sus ojitos observando cada movimiento de la bendita siendo colocada sobre el pequeño raspón.
            
            Cuando está puesta, finalmente se percata de un detalle que hasta ése momento, había pasado desapercibido para él; el color del pelaje del felino. Alzó la cabeza para deslumbrar su propio cabello rubio ─aunque algo sucio, aún brillaba─ y compararlo con el gatito pegado en su piel. Aquél hecho le encantó como nunca antes.
            
            A pesar del silencio, lentamente cerró sus ojitos y separó sus labios en una suave risa, misma que no se escuchaba hacia mucho tiempo. Se permitió reír en ése cómodo espacio que ambos niños habían creado, sujetando sus rodillas antes de sentarse con cuidado en el suelo, mirando con encanto la curita que cubría su rodilla.
            
            ────  Me..  gusta..  se parece a mí.  ──── Un murmullo logra escapar de entre sus débiles risas, apoyando de nueva cuenta sus brazos sobre sus piernas para así descansar su mejilla entre ellas. Ahora sus ocelos le veían a él con atención, una sonrisita plegada en sus belfos para darle a atención que se encontraba a gusto con el regalo y que lo agradecía a pesar de no decir palabra alguna. 
            
            Decidió devolver el gesto, sacando de su bolsillo una pequeña curita de color verde con la cual imitó la acción del más alto; despegarla y colocarla con suavidad sobre la pierna magullada del de hebras grises. Levantó la cabeza para encontrarse con su mirada, la sonrisa llena de dulzura aún presente en su expresión.
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