Yo sé que lo abandoné mucho y que prácticamente me desaparecí por mucho tiempo, no fue a propósito, en navidad subiré la historia de Spencer y... los capítulos que terminé en ese gran periodo
Por ahora, les dejaré una parte de un capítulo:
— No me des la espalda de nuevo. — Su voz estaba cargada de algo más allá de la rabia, algo que Morgan no podía descifrar.
La ojigris apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que la castaña tomara su rostro entre sus manos, sus dedos fríos presionando con firmeza sus mejillas. Y entonces, sin previo aviso, la ojicafé la besó.
El primer contacto fue como un choque de trenes: desesperado, feroz, casi agresivo. El peso de los años de resentimiento, dolor y deseo reprimido se derramó en ese beso, cada movimiento cargado de una intensidad que quemaba como un incendio incontrolable. La más baja se aferró a ella como si la vida misma dependiera de ello, y Morgan, sorprendida, se quedó inmóvil por un instante, incapaz de procesar lo que estaba ocurriendo.
Pero entonces, algo dentro de ella se rompió, y esa grieta dejó escapar todas las emociones que había estado enterrando. Sus manos, que inicialmente habían permanecido rígidas, se movieron con voluntad propia hasta la cintura de la ojicafé, aferrándose a ella con la misma intensidad. Su cuerpo respondió con una mezcla de rabia y algo más profundo, algo que no quería reconocer pero que en ese momento la consumía por completo.
El beso cambió de ritmo. Lo que al principio era un choque violento de emociones se transformó en un baile caótico pero sincronizado, como si ambas estuvieran intentando encontrar algo que habían perdido en el pasado. La castaña mordió el labio inferior de Morgan, un gesto tan agresivo como desesperado, y la ojigris respondió con la misma intensidad, inclinando la cabeza para profundizar el contacto.
