Escribí los primeros tres capítulos de "Lo que no pasó" ayer a la madrugada. La verdad, el fenómeno Agosmina revolucionó mis pensamientos y junto a la comunidad de Twitter abrieron mi imaginación. Hoy ya estoy pensando en cómo redactar el adagio, los besos que tenían que ser y no fueron y el futuro con un posible reencuentro.
Gracias a las personas que están leyendo, no importa si son muchas o pocas. Que alguien vote y comente dejándome ver que le agrada lo que escribo me hace inmensamente feliz.