El día de tu partida, escribí que no podría más, que no podría salir adelante; y ahora, con el alma serena, la respiración acompasada y el corazón templado, puedo decirlo:
No puedo seguir adelante.
Y no es tu culpa, mi bebé, no es sólo el que hayas ido a un lugar donde no puedo encontrar alguna puerta para entrar, sino pequeñas cosas que han ido en crescendo, mi alma está haciendo un esforzando para no perder la esperanza. Pero a la vez siento como ésta me deja a cada segundo.
Tengo miedo de que en lugar de un día o momento en lo que no siento nada, se vuelva parte de mi vida, en el que al ver cosas que antes me ponían felices, ya no lo hagan, y no porque ya no las ame; sino que ya no puedo sentir interés en nada. Y tengo miedo, miedo de ésa apatía por ustedes.
Sé que de nada sirve plasmar en palabras lo que siento; pero es más cómodo para mi el hablarte así...
¿Recuerdas la vez que dijiste que "tenías que ser feliz"?, ése fue mi más grande inspiración, mi más grande motivo para seguir adelante, porque si tu ibas a ser feliz, yo debía serlo contigo. ¿Te acuerdas cuando agradeciste por "mantenerme vivo"? En ése momento, cuando leí tus cartas, supe que tal vez entendieras el agradecimiento que les tengo, porque es así.
Ustedes hacen que me mantenga viva, que camine sobre un camino de flores, hacen mi vida colorida, hacen que quiera proteger el mundo en el que existen, hacen que me aferre un poco más a su mano.
Sin embargo,
No puedo con esto.
"Always with you."