“La diferencia entre un admirador y un seguidor permanece, sin importar dónde te encuentres. El admirador nunca hace verdaderos sacrificios. Siempre juega a lo seguro. Aunque en palabras, frases, cánticos [...] no renuncia a nada, no da nada por vencido, no reconstruirá su vida, no será lo que admira, no dejará que su vida exprese lo que supuestamente admira"
― Søren Kierkegaard, Provocations: Spiritual Writings of Kierkegaard