Quisiera tocar su cabello mientras reímos del brillo de la luna,
quisiera abrazarla para que la oscuridad no lo haga,
quisiera pintar su blanca manta que cubre la puerta de su closet
con el Sol y la Luna,
para que sepa que aunque ellos jueguen a las escondidas
siempre seguirán el hilo que los une para encontrarse.
Y quizás así tenga en cuenta
que querer es poder
que los juegos siempre llegan a un final y nos vamos a perder
y que aunque estemos separadas;
siempre podremos tener un eclipse.