Este año fue horrible, espantoso, totalmente diferente a lo que todos esperábamos. Tuvimos que alejarnos de quienes amabamos, encerrarnos, apricionarnos en nuestras casas. Tuvimos que parar todo nuestro mundo para cuidarnos y cuidar al otro.
Pero más allá de eso, muchos sufrieron.
En silencio.
Pero a todos esos que tuvieron que pelear contra mil monstruos y vencieron, que cayeron y se volvieron a levantar, a todos esos que día a día intentan hacer de su vida un poco mejor.
Les deseo toda la suerte del mundo y que espero puedan salir adelante, y estar en paz.
Y a todos esos que no lo pudieron conseguir, se que lo harán. Se que podrán salir adelante.
La vida es dura y siempre lo será. Pero yo creo (no se si todos compartan conmigo este pensamiento) que tenemos que luchar.
Por y para nosotros.
Para estar bien, para ser lo que queremos ser. Para dejar en claro que esta vida es nuestra y nosotros le damos el camino que queremos, más allá si es el mejor o el más feo de todos.
Es nuestro, de nadie más.
Por eso, estos últimos días de este asqueroso año. Les deseo fuerzas, para poder conseguir la paz que necesitan y brillar.
Besos, Eli