Eres definitivamente la razón por la que quiero vivir sola, contigo, como mi hija, que me acompañes a cada lado, que cabalgues conmigo por los ranchos y con los niños. Que me acompañes aquellas orquestas de música clásica y observemos su espectáculo. Que cuando nos veamos por primera vez, me permitas darte un beso posiblemente y secar tus lágrimas de felicidad, como tú las mías.
Te amo, lila...