¿Qué pasó por tu cabeza esa noche?
¡¿En qué mierda estabas pensando?!
¡Te odio!
Te extraño...
Lo siento.
Pudrete.
No me importas...
Me importas lo suficiente para seguir pensando en cuanto te odio.
¿Qué pasó por tu cabeza esa noche?
¡¿En qué mierda estabas pensando?!
¡Te odio!
Te extraño...
Lo siento.
Pudrete.
No me importas...
Me importas lo suficiente para seguir pensando en cuanto te odio.
Lo admitiré una sola vez.
Me lastimaste, me dolió. Quise llorar y no lo hice, solo porque el enojo era mayor. Aun lo es.
Pero lo diré una sola maldita vez en toda mi vida.
Te odio por lo que nos hiciste. Pero aun así quiero que vuelvas. Aun cuando soy el único que lo quiere.
Debí haberlo esperado. Debí hacerlo porque te equivocaste y mentiste tantas veces, que debí verlo venir.
Pero no pude. No pude anticiparme porque aún cuando te equivocaste, te perdone todos esos errores, aún cuando no te disculpaste ni una sola maldita vez.
Hiciste todo lo que pudiste, y lo entiendo. Porque aún sí no sé todas las cosas que tuviste que hacer y los errores que cometiste, no me pidas que te entienda cuando me lastimarte de la peor manera.
Es todo un maldito asco cuando la única persona que creías tener, te deja y no te queda de otra más que aceptarlo. Aceptar que esta en todo su maldito derecho a irse.
¿Y sabes por qué? Porque todo cambia. Las cosas que amas y que odias, nada de ello es permanente. Absolutamente nada es permanente.
¡Y eso esta del carajo!
Pasan tantas cosas en un solo momento que incluso es difícil recordar como es que comenzó todo.
A veces molesta tanto no tener el control sobre lo que pasa... Pero luego recuerdas que no todo es para siempre.
Mi maestro de filosofía me enseñó que todo es un momento. Un solo momento que para el mañana, solo será un recuerdo, o incluso una neblina en tú mente.
Deja que ese momento pase, deja que te enseñe que puedes hacerlo mejor para la próxima. Incluso deja que te enseñe que puedes hacer para que no haya una "próxima".
El dolor de no poder vivir ese mundo tan maravilloso y fantástico que anhelas con todo tu ser...
No poder estar junto a ese personaje o ser que quieres tanto.
Sentir que no perteneces a esta realidad, que nada de lo que ves, sientes, o incluso vives, y que incluso nada se siente real... Duele tanto, que a veces siento que perdí mi camino, que perdí el mundo al que realmente pertenezco...
Quiero ir a casa. Quiero volver a mi hogar...
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