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ㅤㅤㅤㅤㅤᨳ۪ ּ ˖ֺ ּ ⎯⎯⎯⎯⎯ Perder intencionalmente el conocimiento de su ubicación exacta entre las sombras de los árboles era de los mayores placeres que el muchacho podía permitirse, el sentimiento de no tener una idea previa de los peligros que ahí dentro transcurrían y, en consecuencia, mantener sus sentidos de supervivencia al punto más vivo le daban una experiencia más interesante, aunque su razón de ir no iba más allá de una sencilla caminata para recolectar hongos, uno que otro fruto y de paso conseguir interactuar con animales inofensivos.
Por lo que, haber reconocido la presencia de algo considerado humano por su aspecto no pasaba todos los días, menos si era alguien a quien conocía de miradas cortas e interacciones casuales, ¿recordaba su nombre siquiera?, ¿Gio qué?, ¿Giorno?, confiaba en que los recuerdo de aquella vez en la que tocó presentarse aún se mantenían frescos, ¡así que sí, lo tenía identificado!
── …Giorno, no esperaba encontrarte por aquí. ── marcó un leve gesto de amabilidad en su rostro mientras su mano, envuelta en un guante sucio, llegaba a la altura de los hombros; por querer lucir galante, ofrecía un apretón de manos como sinónimo de un saludo. Fue entonces que notó las manchas de tierra en la prenda y rápidamente quiso disimular su incompetencia, llevando ambas manos detrás del torso y optando por usar una leve reverencia en su lugar.
