୨odín୧ ──────/ Cómo era de costumbre, volvía a aparecerse delante del hombre como si ya se tratase de algo cotidiano, desde hace tiempo ya llevaban conviviendo, por lo cual no era raro cuando desaparecía por largos periodos de días y volvía nuevamente como si nada hubiera ocurrido, total, consideraba, no tenía una responsabilidad muy grande con este humano más allá de su trato, lo que le permitía poder hacer sus propias cosas y depender solamente de él cuando necesitaba recargar su energía correspondiente para seguir. Hoy es el día de Halloween, ¿Verdad?, veo mucha gente con disfraces hoy, se ven tan tiernos, y a la vez tan ridículos tratando de imitarnos. / una sonrisita ladina se planta en las comisuras de sus labios, recostando encima del espaldar del mueble una de sus mejillas, la apariencia completamente humana no estaba, dejando entre ver el movimiento de la cola puntiaguda que sobresalía por la parte baja de su espalda y los cuernos que reposaban en las hebras azuladas. Deberías darme un regalo hoy, sabes?. Toooodos los días yo te premio con el beneficio de poder tener una vida sexual más activa, ¿Y qué obtengo yo?, ¡No, no!, mejor no me digas porque ya sé la respuesta. / agita sus manos echándose hacia atrás, no permitiendole que alguna palabra que ya evidentemente sabía saliera de sus labios, dando aires de gracias por la reacción tan repentina que alteraba su habla de repente.