La esperanza siempre se vio de distintas formas en mi vida, la encontré la mirada de una amiga, o en la risa de mi sobrina, tal vez sea la única razón por la cual aún sigo con vida.
No quiero dudar de mi misma, ni perseguir ideas, quiero que me guste mi vida, que cosa tan difícil.
Ver mi reflejo
y apreciarlo.
Suelo perderme entre dilemas, buscando un corazón que alimente el mío, pero al final siempre termino drenándome, y creyendo que no existe salvación alguna de la penumbra de esta vida.
Quiero ser egoísta, no, lo soy, pero quiero permitírmelo, al menos una vez en mi vida. Tal vez pueda escapar de todos, pero nunca podré escapar de mi misma.
Necesito sentirme amada, apreciada, validada.
Mi vida no rima si no es al compas de mi cuerpo cuando danza, no sería capaz de reír ni llorar si así no fuera.
Tengo muchas deudas, pero tal vez la mayor la tenga conmigo misma, no me sé perdonar.
¿Qué es este dolor, este mal estar?
Me han vuelto a lastimar.
Por amar, por intentar, por querer sanar.
Que ingrata he sido con mi pesar, quiero abrazarlo como hago con los demás. Pero en mi cabeza todo mal, viene de la bondad.