A veces te extraño, extraño un poco la sensación de dopamina que liberaba cuando me tomabas la mano y jugabas con mis dedos. Extraño tu olor pero lo detesto a la vez, extraño verte a los ojos y a tus labios tan cerca. Pero soy más feliz desde que me fui de tu vida, soy más feliz porque ya no tengo ansiedad ni me haces depender de ti en una relación intermitente. Te extraño, tonto, pero soy más feliz sin ti.