Es la lejanía de tu espalda, palabras vuelan cruzando líquidos bestiales cubiertos con destellos de rayos reflejados, un sol y un can sedientos de tus caricias, en un roce lejano de ti que desborda melancolía. Niña de lágrimas, el espacio de los cuerpos en cercanía es inmenso cuando el alma duerme bajo lienzos de sábanas que se pintan con arrojo.