Él es mi sol, aquel que sonríe en el día, aquel que ilumina con sus ojitos azules y me da calidez con su cuerpo, pero también se vuelve mi luna por las noches, esa que me arrulla con palabras amorosas, esa que me orienta en mi oscuridad y la que me seduce en medio de mi cama para llamar la atención de mis deseos. Yo no sería nada sin mi sol y mi luna, es mi astro más importante desde que lo conocí y lo será hasta el fin de mi vida...