Ojalá puedas experimentar la libertad. Esa clase de libertad que te hace creer que eres capaz de alcanzar hasta la estrella más lejana, que hace que te duela la tripa de la risa, que hace que sientas la más pura de las felicidades. Ojalá algún día puedas ser libre, no ser víctima de ningún tipo de cadena, y desatarte de tus propias ataduras, dejando la marca en tu piel de aquello que te impedía volar a tus anchas. En tu piel, pero no en tu corazón. Ojalá puedas experimentar la libertad.