Hace unos días tuve otra vez mi cita con mi psicóloga, le dió tristeza y algo de alegría por volver a verme.
El chiste es que hablamos, y mucho de lo que había pasado en los últimos meses. Fue una plática muy larga... Tenía mucho que no lloraba. Después de eso, empecé a arreglar un poco las cosas en mi vida.
Cómo la casa, lo académico ( sin dudas tomaré un descanso) mi vida social y por supuesto, mis proyectos. Agradezco tener a alguien que me escucha y ayude a recuperar mi camino cuando lo pierdo... Sigo en la mierda, eso sí jajaja no es cosa de la noche a la mañana, pero sigo un poco en pie.
A veces nuestros demonios pueden regresar con mucha fuerza y tirarnos, pero nosotros tenemos que tener el cuatro de ellos para poder levantarnos.