Sí lo digo en voz alta suena patético. Puedes reírte de mí, perra.
Pero te sigo queriendo ¿Bien?
Sí vuelves te voy a sonreír y si no lo haces voy a sonreír por las dos.
Eramos nosotras contra el mundo ¿No?
Ahora se convirtieron en las crónicas de Mont contra el mundo.
No estoy enojada, claro que no. Me siento culpable de no haberte dicho lo mucho que te quería, idiota. Gracias por haber sido la mejor hermana del maldito universo.