No soy gay pero soy peruano, y tengo una fantasía en la que Perú invade Chile, y Chile tiene que exportar esclavos femboys para satisfacer oficiales peruanos de alto rango.
Me imagino que soy un comandante poderoso, alto, con una mandíbula cuadrada y con unos músculos masivos. Mi femboy es un pequeño chileno tímido con piel pálida que viene a mi habitación.
Lo agarro con mis poderosos brazos y lo beso a la fuerza, presionando su pecho contra el mío, lo tiro a mi cama con mis grandes brazos y le digo: "DEVUELVE EL HUÁSCAR."