Su semblante de preocupación se transformó en una grácil expresión sorprendida, sus ojos volviéndose repentina y ligeramente más abiertos eran señal suficiente para que sea notorio su asombro.
Desde que su conversación inició el mayor de los bálticos se esperaba el mismo formato de respuesta; no más de un par de palabras que duramente formen una oración, y no le iba a molestar, se sentía con más confianza hablar con otros introvertidos como lo era él. Mas en ese instante logró presenciar un príncipe del hielo "expresándose" más de su costumbre, no tenía mucha idea, tampoco es como si fuera el que tenga los mejores dones sociales de Europa.
── oh, yo... pienso similar, a decir verdad. ── posa una de sus manos detrás de su nuca, sonriendo con la tímida dulzura que lo podía caracterizar, tocando de vez en cuando algún mechón de su melena, con la sutileza de una caricia al pétalo de una rosa. Suelta unas risas ante imaginar la escena que le planteaba el noruego. ── ya veo, en realidad ella sí sería capaz de insistir un poco. entonces... ¿ cuál sería su fin de semana ideal ? ya que el bullicio tampoco es lo suyo...
El comentario que recibió logró menguar su preocupación, dejando que un suspiro se libere de su interior. Si fuera honesto, a pesar de que sea aparentemente una persona fría, se sentía en comodidad, algo de hecho extraño, pero no sobrepensable según él mismo. ── se lo agradezco y me alivia mucho que así opine de mí. usted es una persona muy amable también, Lukas... ── alentó con benevolencia, devolviendo la sonrisa, esta vez observando definitivamente hacia el hombre rubio, sin bajar más la mirada.